Método Taller de Formación

Con frecuencia nos encontramos con clases en las que el profesor habla habla y habla y no somos capaces de seguirlo, bien por la velocidad a la que lo hace o bien porque ese día no nos hemos despertado con la agilidad mental que nos gustaría. Poder aprender a nuestro ritmo, es un privilegio que no siempre podemos disfrutar, en Academia López de Hoyos 190, nos preocupa mucho que este privilegio esté al alcance de todos los alumnos, por eso nos esforzamos día a día para que Excel, Word, PowerPoint, Access… o incluso la programación de Excel VBA, no sean una tarea insufrible, sino un entretenimiento con el que además mejorar la formación.
Poder leer despacio cada pequeño reto que me proponen, poder tocar aquí o allá y ver qué pasa, poder equivocarme tantas veces como lo necesite, para finalmente llegar a un buen resultado, es algo que no siempre puedo hacer en una clase, pero cuando me dejan aprender a mi ritmo sí que se puede ¿Y si la lío? ¡No pasa nada! Tengo a mi lado a mi profe, para que me diga cómo desliarla, para que me diga dónde había tocado para que me quedase así de bonito, porque… ¡ya no me acuerdo! Para explicarme esa cosa nueva de la que no había oído hablar jamás o para sorprenderme con lo fácil que es hacer aquello tan pesado, sabiendo este truquito.
Me gusta tener esa libertad, ser yo quien investigue, ser yo quien avance, porque…. ¿y si estoy dormido o si llego muy cansado del día o me he quedado atascado?, quiero repetir una única cosa tantas veces como me haga falta, hasta que lo sepa hacer, ¿y si ese día estoy con las pilas bien cargadas?, quiero poder avanzar el máximo posible sin tener que esperar, simplemente hacer y hacer para seguir aprendiendo.
Esto es lo que normalmente se tiene en las clases particulares y que no podemos tener en las clases magistrales, pero sí que puedo hacerlo en las clases taller, unos poquitos compañeros, mi profe y yo, cada uno aprendiendo lo que quiere, el profesor dando a todos el apoyo necesario; pero ellos no se paran porque yo esté parado ni yo tengo que ir corriendo y estar con todas las alertas encendidas porque ellos vayan más ligeros; no tengo que esperar a que mi compañero encuentre ese botón que hay que tocar para que esto funcione ni él tiene que dejar de aprender porque por azares de la vida, yo ya sabía dónde estaba.
Es mucho más gratificante, aprender a mi ritmo.